Luis Aguilar, dueño de un vehículo del sindicato San Cristóbal, le hizo modificaciones para convertirlo en un espacio artístico
El Súper Menesito es diferente a los demás. Este micro marca Dodge, modelo 1978, de color rojo con bandas azules y blancas, ha transitado las calles de El Alto y La Paz desde hace más de 40 años y ha llevado a miles de pasajeros. Por afuera no cambió mucho, pero por dentro luce totalmente distinto, pues se ha transformado en una galería móvil de arte.
La niñez de Luis Aguilar (27 años) ha transcurrido en los micros, vehículos que sirven para el transporte masivo de personas y que han recorrido las calles bolivianas desde mediados del siglo pasado. “Estoy en el sindicato San Cristóbal desde niño, porque mi papá era también chofer; él lleva 35 años en el volante y creo que fue el enganche para que me dedique a manejar”, dice.
Falta poco para inaugurar la exposición y la “sala” aún no está preparada. Ante ello, Luis toma el destornillador y, con mucha habilidad, saca las barras acrílicas transparentes que protegerán las obras de arte.
"Algunos vehículos públicos rechazan a muchas señoras que ven con bultos. Lo he vivido en carne propia con mi mamá. Por eso he decidido hacer la diferencia, tener un micro diferente con un conductor muy diferente, y creo que con todo esto lo estoy logrando”, comenta mientras da lo últimos detalles antes de encender el motor de Súper Menesito, que mantiene el nombre que le dieron sus anteriores dueños.
La idea de crear una galería de arte móvil surgió hace un año, cuando a Mauricio Aguilar, director del colectivo Foto Espacio Bolivia, y a otros compañeros se les vino la idea de convertir un vehículo en una pequeña galería de arte. “Con una iluminación adecuada, el micro tiene capacidad para convertirse en una pequeña galería de arte, y qué mejor que sea un vehículo público que muestre estas obras a pasajeros de La Paz y El Alto”, comenta el también arquitecto.
En la avenida La Bandera, una de las vías más empinadas de La Paz, se necesita un vehículo con un buen motor. El Súper Menesito tiene eso y, además, a Luis, quien conduce atento a las curvas para que sus pasajeros lleguen tranquilos al mirador de Killi Killi, en Villa Pabón, donde se inaugura la primera galería móvil de arte.
La fotógrafa Catalina Ulloa, miembro de Foto Espacio Bolivia, cuenta que hace casi un año se convocó a la gente, a través del colectivo La Paz en Fotografía, para que aportaran con sus obras. De todos ellos, los organizadores eligieron las imágenes que mejor representan a la urbe paceña.
“Las galerías no son muy frecuentadas, pero abrir un espacio donde, cada día, varias personas se transportan, será ideal para que aprecien la fotografía”, comenta Alejandra Ramos, una de las que colaboraron con este proyecto.
Luis tiene razón. El vehículo es distinto a los demás, pues, en lugar de los asientos dobles en los costados, habilitó tres filas individuales, con el objetivo de asegurar el distanciamiento social para evitar el contagio por coronavirus.
En la parte superior, el conductor habilitó 10 espacios para acomodar los cuadros, protegidos por láminas transparentes de silicona e iluminados por luces LED. Al entrar por primera vez es inevitable abrir la boca en señal de asombro al ver imágenes del departamento paceño, que tienen desde imágenes de mujeres de pollera, pasando por amaneceres y anocheceres, hasta el infaltable Illimani.
Como una manera para promover el trabajo de estos fotógrafos, los cuadros pueden ser adquiridos a Bs 50 cada uno, por lo que los interesados pueden decir a Luis que desean un cuadro de su galería de arte.
“Es el trabajo de Foto Espacio, de mí y de mi familia, que me ayudó a cambiar los asientos y cambiar el techo para volverlo una galería, porque quiero que la gente vea y disfrute el arte”. Después de subir al mirador para ver el anochecer paceño, Luis retorna a donde se encuentra el Súper Menesito. Lo mira con el cariño que se tiene a un familiar o a un amigo, le da una palmada y entra a la galería artística móvil del país, que recorre calles alteñas y paceñas, y que cuesta sólo un pasaje de micro: Bs 1,50.
Texto, fotos y videos: Marco Fernández Ríos
(José Emperador, gracias por contarme de tus viajes, por transmitir tu cariño por Bolivia, por brindarme esa amistad sincera. Como afirmó una de tus entrevistadas, has sido el periodista cultural más importante del país, pero, ante todo, un amigo que nunca voy a olvidar. Hazme un espacio ahí donde estás, tardaré un poco pero nos volveremos a encontrar. Paz en tu tumba)
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